enemy imagine dragons

No es un músico, ni un musicólogo, ni un filósofo de la música, sino un psicoanalista que toma la palabra. ¿Por qué? Evidentemente, no para proponer una teoría estética o susurrar al oído de los músicos cómo entender la música.
Para Freud existen tres oportunidades para explorar el territorio del inconsciente y contribuir al avance del campo analítico: su propio análisis personal, los casos clínicos, la experiencia del arte. La literatura, el mito, el teatro, la pintura y la escultura han sido para él oportunidades para construir teoría psicoanalítica, para poner a prueba hipótesis e intuiciones; dado que el artista "precede al psicoanalista", puede indicarle caminos a seguir. Recorrer los caminos que abre la experiencia artística es una forma de adentrarse en los laberintos del inconsciente, una forma de seguir cuestionando lo que se escapa.
He aquí entonces que la hipótesis del inconsciente estructurado como lenguaje musical tiene cierto encanto. Pensarlo así puede tener consecuencias en la clínica, en la forma de entender lo inaudito, en las formas de interpretar o apoyar el habla y el silencio del paciente. Sobre todo en casos particularmente graves, en el autismo y la psicosis, la tendencia de la estructuración musical, de la concatenación, de la derivación de un elemento a otro puede ser esclarecedora. En este sentido, la música se lee aquí como un discurso sin palabras, un lenguaje capaz de captar y dirigir sensaciones, pensamientos, afectos, impulsos.
Cualesquiera que sean los elementos discretos de una cadena significante (signos gráficos, fonemas, sonidos, imágenes), su dominio no reside tanto en comunicar esto o aquello, en tener ciertos significados, sino en la lógica misma de su elaboración. La lógica del discurso musical no es inefable, pensarlo con los términos lenguaje, lingüístico, discurso, significante, no significa operar una reducción "logocéntrica" ​​de la experiencia musical, si acaso es una forma de desenterrar lo secretamente lingüístico. estructura del dato perceptivo y puesta en evidencia del carácter temporal, corpóreo, asemántico. Los ejemplos del shofar , del “lenguaje privado” del Hombre Rata o del surgimiento de fenómenos elementales y somatemas en Schumann, sugerirán tales imbricaciones.
Un discurso sin palabras
Lo que no se puede oír
Dos palabras fundamentales para el psicoanálisis me parecen igualmente fundamentales para entender la música en general y la de Schumann en particular: cuerpo e inconsciente.
En el título, “inconsciente musical” no alude a lo inconsciente en la música, sino que se refiere a la posibilidad de pensar el inconsciente del psicoanálisis a partir del discurso musical.
Fue Freud quien nos dio una teoría del inconsciente y fundó el psicoanálisis sobre esto. El inconsciente de Freud no es lo que la filosofía ya había puesto de relieve. Tampoco es la de los artistas románticos. De hecho, la palabra "inconsciente" ya estaba en uso entre los románticos alemanes como sinónimo de interioridad, espíritu del mundo, sentimiento, oscuridad, inquietud, locura, irracionalidad, éxtasis, sueño. Significados consensuados en una misma tonalidad destinados a encontrar el punto de resonancia entre el hombre y la naturaleza abismal; una vez liberada de la idea ilustrada del dominio de la razón que no ha podido captar la totalidad del mundo, se puede evidenciar la profundidad del alma y el deseo inagotable que la mueve.
Música y psicoanálisis
Uno de los primeros en abordar la relación entre música y psicoanálisis es Theodor Reik, estrecho colaborador de Freud, quien establece el vínculo entre “escucha musical” y “escucha psicoanalítica”. Refiriéndose a la sesión analítica, Reik introduce la idea de escuchar el "tercer oído". Es una escucha orientada no tanto al contenido y significados, sino a las formas expresivas o paralingüísticas, a la forma en que el paciente cuenta: al ritmo, a los silencios, a la prosodia, a las pausas, al tono, en fin, a todos los índices “musicales” de su discurso. Esta escucha particular permite al analista detectar los “ infrasonidosdel proceso inconsciente”, nos permite captar un material infinitamente más amplio que el que proporciona la percepción consciente. Permite, según Reik, escuchar la esencia musical del inconsciente del sujeto.
Aunque basada en una simple analogía con la música, esta idea ha abierto una serie de desarrollos interesantes.
Del otro lado de la inspiración está una corriente de psicoanálisis que, partiendo de la formulación lingüística dada por Jacques Lacan, ha pensado la música no a partir de los efectos que tiene sobre los afectos, ni a partir de los contenidos y significados, ni de los relatos. que narran las obras musicales, no desde la biografía de los músicos, sino a partir de las "cualidades formales" de la música, del análisis estructural capaz de decir algo sobre cómo se estructura el inconsciente, sobre cómo pensar la escucha del otro en la clínica, sobre cómo profundizar la lógica del discurso y del significante, que es constitutiva del propio sujeto.
En todo caso no se trata de un psicoanálisis aplicado al arte, que quiera explicar la música o decir qué es la producción o fruición musical, sino de la búsqueda de una lógica común a la estructuración del discurso de este lado, o más allá de él. significado.
En esta perspectiva no estudiamos los afectos evocados por la escucha ni lo preverbal al que se referiría la música, sino la lógica constitutiva de la estructura significante (verbal y no verbal) en el sentido redefinido por Lacan. El concepto mecanicista de "estructura" que había promovido el estructuralismo lingüístico al aislar el producto del proceso, descuidando la causa, rechazando la temporalidad y la subjetividad, es fuertemente criticado por Lacan, quien en cambio incluye la subjetividad y la temporalidad en el análisis estructural, propone una teoría de la sujeto a partir de la lógica y articulación de la cadena significante, que informan la constitución del pensamiento, de los afectos y del propio cuerpo. La música y el psicoanálisis pueden encontrarse en este nuevo campo en el que se anudan estructura-tiempo-sujeto.  Haz clic aquí en enemy imagine dragons